El auténtico desarrollo integral es responsabilidad de todos
La parábola del rico y de Lázaro se dirige, principalmente, aunque no únicamente, a los fariseos (Lc 16, 19-31). La narración está descrita con las creencias judías de la época sobre el más allá. A pesar de ello, Jesús manifiesta dónde y cómo aparece y se ofrece el reino de Dios, que es vivir como Él lo quiere. Por eso, queda claro que quienes viven en la opulencia, sordos al mensaje de Dios y cerrados al compartir no pueden esperar nada de Dios ni tener vida verdadera. El reino de Dios que Jesús anuncia e inaugura exige, a los que cuentan con pocas o muchas riquezas, compartir con los demás. Hoy es el momento, aquí y ahora, donde se juega cada ciudadano la trascendencia y la felicidad plena.
El tiempo presente es la gran oportunidad para compartir con los que más necesitan y, de este modo, promover desde la generosidad el verdadero y auténtico desarrollo integral para cada mexicano y veracruzano. Cada bautizado y todo ciudadano deben dejarse interrogar por todo lo que tiene que ver con el ser humano, por ello se debe defender y abrazar todo lo referente a las circunstancias sociales, económicas, culturales y políticas, con el fin de levantar al hombre y a la mujer de la situación de postración en que viven hasta sembrar en todos, la esperanza de una vida digna y plena de eternidad.
La ruptura del tejido social, la corrupción en los niveles de gobierno, la violencia desenfrenada, la impunidad, la deuda externa creciente del país, la situación de carencia de empleos bien remunerados y la falta de medicamentos no deben sumir a nadie en la desesperación, sino elevar la conciencia de que la situación de México y de Veracruz es fruto de las decisiones y acciones, a veces luminosas, otras tanto negativas de los que han vivido anteriormente. Ahora es tiempo de ser agentes de cambio, para tomar en serio la tarea de que todos somos responsables de la situación buena o mala de nuestro pueblo.
Pbro. Juan Beristain de los Santos