Arquidiócesis de Xalapa

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INICIACIÓN CRISTIANA DE ADULTOS EN LA ARQUIDIÓCESIS DE XALAPA

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P. Fabián Morales

La evangelización dada en nuestras parroquias no ha sido suficiente para lograr cristianos maduros en la fe que la iglesia y el mundo necesita, son muchos los bautizados pero pocos los evangelizados “son muchos los cristianos que no participan en la Eucaristía dominical, ni reciben con regularidad los sacramentos, ni se insertan activamente en la comunidad eclesial…”

Este fenómeno nos interpela profundamente a imaginar y organizar nuevas formas de acercamiento a ellos para ayudarles a valorar el sentido de la vida sacramental, de la participación comunitaria y del compromiso ciudadano. (Documentos de Aparecida 288).

Ante esta realidad necesitamos entrar a una renovación de nuestro ser y quehacer parroquial, reformulando las estructuras y logrando ser una red de comunidades y grupos, capaces de articularse consiguiendo que sus miembros se sientan y sean realmente discípulos y misioneros de Jesucristo en comunión. A esta realidad trata de responder la Iniciación Cristiana de Adultos.

Para iniciar este itinerario es necesario un nuevo anuncio que permita al bautizado experimentar a Jesús vivo como Señor y salvador de toda la vida y dador del Espíritu Santo, y profundizar mediante la catequesis y los sacramentos de iniciación, el crecimiento en la fe, que pone en comunión con Cristo e introduce al creyente a la comunidad eclesial.

La Iniciación Cristiana de adultos se realiza en la comunidad parroquial. La comunidad parroquial es para muchos de los cristianos católicos la única forma de conocer y vivir la Iglesia: la experiencia positiva o negativa que se tenga, depende de ella. Es la Iglesia cercana.

En la comunidad parroquial la vida cristiana se inicia, se alimenta y fructifica por la predicación de la Palabra, la celebración de los Sacramentos y la vida de Caridad que se manifiesta en una multitud de carismas y servicios.

La iniciación Cristiana de Adultos nos lleva a desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación cristiana, con base en el kerigma, que con la guía de la Palabra de Dios, conduzca a un encuentro personal con Jesucristo y que lleve a la conversión, al discipulado, a la inserción eclesial y a la madurez de la fe en la práctica de los sacramentos, en la vivencia de la caridad y en el compromiso misionero.

Por lo tanto la Iniciación Cristiana de Adultos comprende una etapa kerygmática y un proceso catequético que desemboca en el compromiso misionero.

¡Necesitamos un nuevo pentecostés! ¡Necesitamos salir al encuentro de las personas, de las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de verdad y amor, de alegría y esperanza! (Documentos de Aparecida 548).