Arquidiócesis de Xalapa

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Papa Francisco y el coronavirus

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Lila Ortega Trápaga

Apuntes sobre la entrevista concedida al escritor y periodista británico Austen Ivereigh el 8 de abril de 2020

«¿Cómo lo vivo yo espiritualmente? Rezo más, porque creo que debo hacerlo, y pienso en la gente.» El Santo Padre hizo hincapié en la necesidad personal de rezar constantemente, pues dice que le hace bien, le saca el egoísmo. Se confiesa semanalmente, y en la oración se va preguntando cómo va a trabajar después, porque será un después doloroso, dice.

«La gran preocupación mía es acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él» Por ello no deja de celebrar para las redes a las 7 de la mañana cada día, y ha enfatizado el trabajo de la Limosnería Apostólica, para acompañar las situaciones de hambre y enfermedad, sintiendo que es un momento que requiere creatividad para dar.

Al recordarle una novela italiana "I Promessi Sposi" (Los novios), SS hace la comparación, haciendo ver que desea como pastor estar cerca, sin cuidarse demasiado; porque la gente necesita al pastor muy cerca, con la abnegación que tenían los capuchinos. «La creatividad del cristiano se tiene que manifestar en abrir horizontes nuevos, la trascendencia hacia Dios y hacia los hombres, y redimensionarse en la casa.»

Refirió el Papa que no es fácil estar encerrado en casa, pero el consejo es «Resérvense para mejores tiempos, porque en esos tiempos recordar eso que ha pasado nos ayudará. Cuídense para un futuro que va a venir.» Pues si bien apuntó que hay gobiernos dispuestos a sacrificar el bienestar económico para beneficio de los más vulnerables, pone al descubierto el nivel de exclusión que antes se consideraba normal y aceptable. Con esto hizo referencia a que nuestras sociedades estaban centradas en la economía, y regidas por la cultura del descarte, y es momento de construir una realidad nueva. Hay que dejar de seleccionar según la posibilidad de producir.

La respuesta a esta nueva realidad la encontraremos en la naturaleza, nos dice SS Francisco, pues es la naturaleza la que nos está respondiendo ahora. «El problema es que tenemos memoria selectiva», insistió, haciendo referencia a que se conmemoran días y fiestas sin honrar el acontecimiento, sin que ofrezcamos un cambio de actitud. «Este es un tiempo para recuperar la memoria». De las raíces, de la tradición. Si no, no podremos reconciliarnos.

Sobre la crisis de salud específicamente, el Papa dice que toda crisis es un peligro, pero también una oportunidad, «Hoy creo que tenemos que desacelerar un determinado ritmo de consumo y de producción y aprender a comprender y a contemplar la naturaleza.» Pasar del uso y mal uso de la naturaleza, a la contemplación.

Y en la contemplación, el Santo Padre dice que es momento del ver al pobre. «Ver a los pobres significa devolverles la humanidad.» Pide encarecidamente involucrarnos en el actuar, porque no podemos hacer una política asistencialista parcial, hay que devolverles con caridad su dignidad, recordar que tuvieron madre que les amaba, y un Dios que los creó con un plan magnífico, aunque se haya perdido en el camino. Si no empezamos por ahí, la conversión no se dará como sociedad.

Papa Francisco habló también de los servidores, los héroes de hoy: médicos, religiosas, sacerdotes, operarios que cumplen con los deberes para que la sociedad funcione. Y habló también que la Iglesia es una institución, y quien la hace institución es el Espíritu Santo, eso no cambiará jamás, es lo que la hace libre. Y recordó que el último canon dice que el derecho canónico tiene sentido para la salvación de las almas.

«En casa necesitamos creatividad apostólica, creatividad purificada de tantas cosas inútiles pero con añoranza de poder expresar la fe en comunidad y como pueblo Dios.»