Arquidiócesis de Xalapa

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María, nuestro refugio

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María Gabriela Hernández Cuevas

Este 4 de julio la Iglesia celebra a la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Refugio, a quien los feligreses acuden en búsqueda de consuelo, abandonándose en sus brazos, tal como se le representa al Niño Jesús en la conocida imagen.

La historia de esta advocación comienza en un bosque cercano a Montepulciano en Italia, que solía ser lugar al que acudían malhechores. En el tronco de una encina fue colocada una imagen de la Virgen María cargando al Niño Jesús. A partir del momento en que un campesino la colocó en ese sitio, las personas que hacían el mal se alejaron y se dice que algunas se convirtieron. Se le conoció como Nuestra Señora de la Encina y se le construyó una ermita en 1699.

El beato Antonio Baldinucci, sacerdote jesuita, tuvo un encuentro con una pintura de esta imagen y tuvo el deseo de propagar su devoción. Una copia fue traída a México en 1719 por el jesuita Juan José Guica, y a Nuestra Señora del Refugio se le tuvo como patrona de las misiones jesuitas y franciscanas. Con el tiempo su devoción se fue propagando por todo el país.

El Papa Clemente XI fue quien le dio la coronación pontificia bajo el título Nuestra Señora del Refugio de los Pecadores, el 04 de julio de 1719, siendo tiempos de tibieza espiritual y errores en la Iglesia.

En la imagen se representa a la Virgen María sentada, tomando en sus brazos a Jesús, mirándole con ternura y al Niño abandonado en las manos de su madre, sujetándose de su brazo. Podemos recordar a esta advocación mariana en la letanía de María Refugio de los pecadores, por lo que al rezar el Rosario tenemos la oportunidad de rogarle a la Madre de Jesús que nos sostenga, consuele y libre del pecado.

En la Virgen María podemos encontrar un refugio seguro, un lugar donde descansar y poner todas nuestras tribulaciones. En María, tenemos una madre que intercede por nuestras luchas ante el pecado, nos libra de nuestros enemigos y nos anima en el caminar cristiano. En sus brazos encontramos paz pues es Jesús mismo a quien lleva entre sus manos y del quien cuidó siendo un niño. ¿Qué no hará María por nosotros que somos sus hijos por voluntad de Dios?

Para conocer más sobre Nuestra Señora del Refugio, te invitamos a consultar el video “Nuestra Señora del Refugio - La Virgen que hace llover Pan” del P. José de Jesús Aguilar Valdés en Youtube.