San Maximiliano Kolbe, darse hasta morir
María Gabriela Hernández Cuevas
¿Sabías que un santo vivió en un campo de concentración Nazi? Sí San Maximiliano María Kolbe es conocido por haber estado en Auschwitz, sufriendo las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, soportando los tratos inhumanos, pero no sin sentido, sino que dando todo de sí y ejerciendo parte de su ministerio tras los muros de ese terrible lugar. Te invito a que en este pequeño texto conozcamos más de este gran hombre.
Maximiliano Kolbe nació en Polonia en 1849, desde pequeño era notable su deseo de Dios y su amor por la Virgen María, de hecho, siendo niño tuvo una visión de Nuestra Señora ofreciéndole dos coronas, una roja y una blanca, una significaba el martirio y la otra la pureza. San Maximiliano alcanzó ambas.
Perteneció a los monjes Franciscanos Conventuales y fue ordenado sacerdote. Se distinguió por ser ejemplar en su servicio y por ser pionero en utilizar los medios de comunicación para la evangelización en un tiempo en el que la fe estaba tambaleante y también la masonería causaba estragos. Una de las publicaciones que dirigía y que realizaba con sus compañeros franciscanos era la publicación titulada “El Caballero de la Inmaculada” en honor a la advocación mariana de la Inmaculada Concepción. Teniendo pocos recursos comenzó el proyecto confiando en la providencia de Dios y en la intercesión de María. Con el tiempo esta publicación alcanzó los millones de ejemplares.
San Maximiliano también emprendió una misión a Nagasaki en Japón, allí fundó otra revista que tuvo un gran alcance considerando estar en una tierra poco evangelizada. También fundó allí una casa de los Franciscanos Conventuales que sigue con vocaciones hasta la fecha.
Llegada la Segunda Guerra Mundial, fue tomado preso debido a ser considerado un peligro para la ideología Nazi por las publicaciones de su editorial y su testimonio de vida. Ingresó como el preso número 16,670, siendo parte de los trabajos inhumanos a los que todos era sometidos. Para Maximiliano, el estar en el campo de concentración no fue impedimento para brindar auxilio espiritual a las personas que lo solicitaban e incluso impartía el Sacramento de la Confesión.
Un día, uno de los presos de su bloque intentó escapar, por cada intento de escape mataban al azar a 10 de sus compañeros, esa era la regla nazi en Aushwitz. Uno de los elegidos se trataba de un padre de familia preocupado por cómo se mantendría su hogar, al escuchar esto, Maximiliano Kolbe se atrevió a ofrecerse en su lugar. Milagrosamente los guardias no lo mataron al instante por tal desobediencia y aceptaron el cambio.
Él y otros nueve compañeros fueron llevados a un cuarto subterráneo para morir de inanición, es decir de hambre. Mientras estaban allí, San Maximiliano les hablaba de Dios y rezaban el Rosario. Finalmente, el 14 de agosto de 1941 murió por una inyección letal. El padre de familia por el que se sacrificó logró sobrevivir al holocausto.
San Maximiliano María Kolbe es un reflejo de la misericordia y el amor de Cristo. Supo vivir para los demás, dándolo todo por la conversión de las almas hasta literalmente sufrir el martirio por la vida de otro en honor al Señor. San Maximiliano intercede porque tengamos todos los días la valentía para luchar por el bien del otro y por su santificación.
Fuentes: Desdelafe.mx y película “Dos Coronas”