Voluntaria de Caritas comparte su testimonio: Me contagié de Covid

Lila Ortega Trápaga
Ella empezó como voluntaria en Cáritas a principios del año 2014, fue invitada junto con otras personas a formar el equipo de Cáritas en la parroquia de Estanzuela, con mucho gusto, en la escucha de casos, armado de despensas, visita a las familias en necesidad extrema, ayuda a conseguir medicamentos e insumos.
Cuando se inició la pandemia, ella al igual que muchos hermanos que sirven tomaron las medidas y cuidados necesarios para no contagiarse ni contagiar a su familia. Es diabética desde hace 5 años pero aún así no dejó de servir. Y desafortunadamente las medidas no fueron suficientes, porque resultó contagiada por el virus COVID, lo que la llevó a sentir mucho miedo al recibir la noticia.
«Estuvimos contagiados mi esposo, mi hijo y yo y pensamos que pasaría lo peor sobre todo con mi esposo que fue quien estuvo muy grave, pero a pesar miedo y la impotencia que sentíamos, nos pusimos en manos del mejor doctor: Dios»
Ante la enfermedad las medidas que tomaron fue el uso permanente de cubrebocas, no salir de casa, evitar el contacto con otras personas, sanitizar la casa y todas las compras que nos traían, lavar todo. Aparte de llevar el tratamiento indicado por el doctor, y tomaron remedios caseros.
Esta familia tocada por el virus que ha detenido el mundo nos comparte con firmeza su testimonio de amor: «Mi fe y confianza en Dios nuestro señor fue lo más importante y nunca dejamos de pedirle por nuestra salud, y ahora al igual le damos gracias por habernos ayudado a sanar, mi familia nos apoyó mucho con sus oraciones y fueron los que estuvieron al pendiente de todo lo que necesitábamos, principalmente la comida y medicina y la comunidad también nos apoyó con sus oraciones y apoyo moral (llamadas telefónicas, mensajes).»
Ella nos comparte que fue difícil, pues tuvieron días buenos, en los cuales pensaban que ya todo estaba mejor; sin embargo no fue fácil, porque lleva un proceso complicado para el organismo. Agradecen al Señor el regalo de una nueva vida y ver unida a su familia. Recomiendan a todos los enfermos que están pasando por lo mismo, que sigan todas las recomendaciones del doctor , que no pierdan la fe y confianza en Dios nuestro Señor, y que no bajen la guardia en ningún momento con su familia.
«Aunque todo parece acabar, siempre debemos estar tomados de la mano de Dios en primer lugar, siempre Dios, y darnos cuenta de que sin Dios no somos nada y hoy gracias a Él puedo decir que he vuelto a nacer y debo de aprovechar esta nueva oportunidad»